lunes, 3 de enero de 2022

Los niños no pueden seguir sin ir a la escuela, afirma UNICEF

Ecuador, junto con Panamá y Perú, es uno de los pocos países de la región que no ha reabierto las escuelas desde hace casi un año. Los efectos del cierre son devastadores y los niños en mayor situación de vulnerabilidad pagan el precio más alto. No asistir presencialmente a las escuelas afecta su bienestar, seguridad y desarrollo, pues es allí donde reciben educación, alimento y protección, donde juegan, hacen amigos y reciben el apoyo de sus docentes.

Cuanto más tiempo permanezcan los niños fuera de la escuela, mayor será la probabilidad de que no regresen. A nivel global, se prevé que el abandono escolar aumente en 24 millones de niños. En Ecuador, alrededor de 90.000 estudiantes ya están fuera del sistema educativo y alrededor del 15% de estudiantes afirman no haber tenido un contacto habitual con sus docentes en las últimas dos semanas.

En el mundo se ha registrado un deterioro en la capacidad de los niños de leer, escribir y realizar operaciones matemáticas. En Ecuador, 6 de cada 10 estudiantes afirman que están aprendiendo menos desde el inicio de la emergencia. Y pese a que ha aumentado la conectividad (74.8% de los estudiantes del sistema público tiene acceso), solo 1 de cada 8 estudiantes cuentan con equipos para su uso personal, lo que impacta en su aprendizaje en línea5.

El cierre de escuelas y centros de desarrollo infantil también impacta en la alimentación de los niños, en especial de los más pequeños y en condiciones de vulnerabilidad. Asimismo, los niños están más expuestos a la violencia, el abuso y el trabajo infantil. Por estos motivos, UNICEF hace un llamado a la reapertura de los centros de desarrollo infantil, escuelas y colegios, de manera progresiva, voluntaria y segura, cuanto antes sea posible, tal como lo establece el Plan de Continuidad Educativa del Ministerio de Educación. El beneficio de reabrir las escuelas supera con creces el costo de mantenerlas cerradas.

En este sentido, UNICEF destaca, por un lado, la decisión del COE Nacional de transferir al Ministerio de Educación en coordinación con el Ministerio de Salud la revisión y aprobación de los planes de retorno a las escuelas. Por otro lado, también es una decisión positiva haber priorizado la reapertura en instituciones educativas rurales. Esperamos que este paso nos acerque a una reapertura progresiva a mayor escala.

Avanzar hacia una reapertura segura y progresiva de escuelas debe ser prioridad en el país, para evitar una crisis de aprendizaje y una afectación aún mayor del bienestar de niños y niñas.

Reapertura segura, ¿qué significa?

Las medidas clave para reabrir las escuelas son, en el orden de prioridad y eficiencia:

1.   Distanciamiento y ventilación.

2.  Lavado de manos con jabón o su desinfección con alcohol o gel.

3.  Uso de mascarilla (0-5 uso paulatino, 6-10 años, solamente en espacios interiores y a partir de 10 años igual que adultos).

Recomendaciones

  • Hacer uso progresivo de las instalaciones educativas tal como lo establece la segunda fase del Plan de Continuidad Educativa del Ministerio de Educación. 
  • Reanudar las clases de manera progresiva, por ejemplo, iniciar con clases presenciales al menos un día por semana y de manera alternada.
  • Priorizar la vacunación de docentes y trabajadores sociales. 
  • Entregar kits de bioseguridad a los docentes. 
  • Monitorear y hacer seguimiento de la situación.

 Fuente: https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/los-ninos-no-pueden-seguir-sin-ir-la-escuela-afirma-unicef


 

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